Resquicio de claridad

Fotografía: de aquí

Ese resquicio de claridad será posible cuando entendamos una simple verdad: no hay barreras para alcanzar los sueños. A veces parece que el mundo entero ha perdido el juicio y no hay dónde descansar ni en quién confiar. ¡Debemos convertirnos en el ser humano que anhelamos tener como amigo! Nos tenemos a nosotros mismos, no hay nadie más. Si no te cuidas, nadie más lo hará. Piensa en esto por un momento: ¿elegiste tu vida, o tu vida te eligió? Prepárate grandemente para enfrentar los retos de la actualidad, no es suficiente estudiar en una universidad, hace falta formarse como autodidacta y reflexionar mucho sobre lo que es relevante. El sistema está plagado de errores e injusticias; dime, ¿confías en la ley de los humanos? Yo no. Por eso me esfuerzo día a día para construir mi propia libertad.

No es un secreto que la sabiduría llega a través de los grandes libros y de una prolongada reflexión sobre los mismos. Ello, sumado a tu historial de vida y las lecciones que aprendiste, si es que lo hiciste. El sufrimiento es el mejor maestro, pero no el único. Es posible tener convicciones y vivir de acuerdo a ellas. Es posible despertar y tomar consciencia de nuestros actos.

La violencia en que vivimos es un termómetro del nivel de la calidad humana, sumamente deplorable. No seas parte de ese gran circo de sangre y abominación. Cultiva tus propios razonamientos, lee, analiza, reflexiona, fundamenta. Llegará un día en que la Tierra estallará de verdad, de la verdad que subyace oculta tras la mirada de la opresión y la crueldad.

Cuando ese día llegue, por fin se caerá el telón y nuestras máscaras; seremos auténticos, cosecharemos todo aquello que hemos sembrado. Entonces, sería importante preguntarnos: ¿qué estamos sembrando?

Karina Luz