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¿Y si después de tantas lágrimas y desconsuelo, decido vencer? ¿Y si mi sensación de no tener fuerzas, es en realidad una oportunidad para comprobar que soy realmente invencible? ¿Y si decido no rendirme?
Tantas
veces deseamos darnos por vencidos, renunciar a todo y abdicar.
No sé a
ciencia cierta por qué la vida se empeña en presentarnos la tragedia. Hasta
para robar hay que tener un plan, y hay que ser hábil.
No hay nada
en este mundo que sea fácil, y mientras más evitamos los problemas, estos se
presentan con más persistencia.
He tenido
la misma idea perenne desde que era niña. Soñaba con tomar un bus e irme lejos,
muy lejos de casa. Nunca lo pude hacer, y aún ahora me atormenta el hecho de no
poder hacerlo.
El miedo,
el temor, encarar lo desconocido, lo incierto, son nuestros peores obstáculos.
He
publicado seis libros, sin poder inspirar interés en ellos; en seis años vendí
veinte o veinticinco, y gasté mucho dinero en publicidad online, fracasando
olímpicamente.
Entonces
algo en mi interior me dice que la conclusión lógica es que abandone la literatura,
que me dedique a otra cosa, tal vez no soy buena, tal vez no lograré lo que
deseo.
Pero sigo
aquí, dispuesta seguir ideando una manera de hallar lectores que valoren mi
obra, que comprendan que no hay que ser Vargas Llosa para ser buen escritor,
que un nobel no implica relevancia, que la calidad literaria puede venir de
cualquier lugar, incluso de alguien tan humilde como yo, sin dinero, status o
contactos. Lo que escribo no deviene de una revisión histórica de logros o
desgracias ajenas, lo que escribo viene de mi imaginación y mis sueños, de la
riqueza de mi mundo interior, que es genuina y no pretende fama, poder o
gloria, solo la oportunidad de ser leída, porque un libro cerrado es algo muy
triste, lo sé mejor que nadie.
He llegado
a un punto en mi vida en que me he quedado sola. Pero eso no me desanima,
porque sé que en mi mente he alcanzado la eternidad y la esperanza infinita. En
mi mente y en mis sueños he visitado mundos imposibles. En mi mente y mi
imaginación he creado las historias más maravillosas.
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