Estoy loca. Es una locura cuerda, lĂșcida hasta la mĂ©dula. Puedo observarlo todo con claridad y eso me destruye por dentro, porque no puedo concebir que el mundo sea tan perverso.
Me place
saber que pronto derribarĂ© todos los lĂmites que me aprisionan, todo el dolor,
el mismo dolor, serĂĄ reemplazado por libertad plena.
Marguerite
Duras escribiĂł que el ser humano que estĂĄ solo se vuelve loco, y, por ende,
como se ha entregado a sĂ mismo por completo, nada lo puede detener.
Vincent van
Gogh le escribiĂł a ThĂ©o que solo querĂa seguir adelante con su pasiĂłn, siendo
él mismo, sin importar lo que dijera la gente.
Saber
acerca de lo que estos célebres personajes opinaban, me llena de esperanza, de
satisfacciĂłn, puesto que, al estar sola y loca, me depara un futuro
esplendoroso, donde lo mågico cobra vida, donde los sueños se vuelven realidad.
He escrito
libros pensando en hacer la diferencia en la Literatura; primero querĂa hacerme
un lugar en el parnaso de las Letras, ser reconocida, ser leĂda y admirada.
Ahora me doy cuenta de la banalidad de esas pretensiones, que hoy por hoy
quedaron en el pasado.
Tengo obras
inéditas inacabadas, y realmente me importa muy poco dejarlas asà cuando yo
muera.
Antaño,
temĂa el dolor que precede a la muerte. En la actualidad, espero la muerte con
infinita paciencia y alegrĂa. Porque sĂ© que la muerte es un lugar mĂstico,
porque en la muerte se conoce la verdad.
Cuando yo
muera, no quiero un funeral, ni quiero que nadie me recuerde o llore mi
ausencia, porque estando viva nadie me valorĂł, nadie me amĂł con amor genuino, a
nadie le importĂł mi existencia. Tampoco quiero permanecer en un cajĂłn bajo
tierra. Quiero ser cremada, y que mis cenizas vuelen con el viento en medio del
océano. Sin embargo, sé que poco importa cómo acabaré, cómo terminarå mi cuerpo
inerte; lo verdaderamente importante serĂĄ el ascenso de mi espĂritu, la
liberaciĂłn de mi alma, la consagraciĂłn de mi sed eterna.
He hallado
la manera de irme lejos en mi imaginaciĂłn. En mi mente, ya he huido hacia la
noche, ya me he esfumado hacia el fin del mundo. Todo el cariño, toda la
consideración, todo el amor que entregué a quienes no lo merecen, también se
esfumarĂĄ, y mi dolor ancestral se transmutarĂĄ en luminosidad.
Cada dĂa
doy lo mejor de mĂ a quienes no lo valoran, y eso estĂĄ bien, y doy gracias por
la vida que me ha tocado. Hice una obra de arte con ella, ya me he realizado,
solo espero el Ășltimo golpe, con infinita emociĂłn.
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